Mantenimiento todo tipo de fachadas e interiores, son esenciales las tareas de renovación, reparación y rehabilitación, sobre todo con el paso del tiempo.
La fachada, junto a la cubierta, son las partes de un edificio que más desgaste sufren, ya que están constantemente expuestas a la intemperie. El clima, la contaminación atmosférica y la suciedad, entre otros aspectos, son elementos que provocan que las fachadas poco a poco vayan deteriorándose hasta tal punto que pueden derivar en problemas mayores como la aparición de grietas, humedad, goteras, desprendimientos, pérdida de aislamiento térmico, etc.
Por ello, el mantenimiento de la fachada es uno de los puntos más importantes a la hora de cuidar un edificio y es conveniente que cada cierto tiempo se realicen unas mínimas labores de conservación que eviten la aparición de problemas más graves.
Recomendaciones para el mantenimiento de una fachada:
Para conservar en perfecto estado una fachada son esenciales las tareas de renovación, reparación y rehabilitación, sobre todo con el paso del tiempo. Sin embargo, hay algunas pautas que nos permiten alargar su buen estado sin incurrir en grandes costes, como por ejemplo las siguientes:
La limpieza: El polvo, la lluvia, el humo de los vehículos… Son elementos que lentamente van ensuciando la fachada y empeorando su estética. Realizar una limpieza de fachada al menos un par de veces al año ayudará a prolongar su buen aspecto, así como a detectar posibles problemas estructurales con antelación.
La pintura: Cuando se trata de edificios pintados, el color suele ser uno de los aspectos más afectados. Los rayos solares y la humedad son los principales causantes de que la pintura pierda su tonalidad con los años. Por ello, es recomendable dar una mano de pintura cada cierto tiempo para renovar el aspecto del edificio.
Los elementos externos: Los componentes externos de una fachada como pueden ser balcones, rejas o jardineras, entre otros, también sufren el desgaste de la intemperie. Es por ello que también será necesario realizar una revisión para comprobar su estado y ver si necesitan algún tipo de arreglo.